No, el problema no es el
fascismo. No hay fascismo donde señaláis, no existe ese monstruo con el que
vosotros, trazadores de la raya, tratáis de asustarnos como a niños pequeños
mentando al Hombre del Saco. Los únicos sacos que hay aquí son esos de los que
os habéis apropiado, para clasificar a la gente entre ultra o moderada,
fascista o progresista, buena o mala. Ni siquiera ese fascismo vuestro, tan cristalino,
es un problema como tal.
A mí no me invade el miedo
escénico ni social a que podáis llamarme ultra. Es muy sencillo: no lo soy. Lo
que sí soy es consciente de que habéis sido lo suficientemente hábiles para
haceros con la tiza que señala la raya entre lo aceptable y lo que no lo es,
entre lo que está bien o mal, entre el progreso y la caverna. Y sé también que
vuestra ceguera delirante y ese patético sentido patrimonial de la Verdad os
dice que estáis autorizados a calificar, menospreciar e insultar a quienes no
tenemos complejos de colocarnos al otro lado de vuestra raya.
Pues aquí estoy yo, al otro lado.
Hasta qué punto estaréis ebrios
de vuestro propio espejismo, que os habéis atrevido a pedirle a la gente que
salga a la calle a protestar contra el ejercicio de la voluntad democrática de
400.000 ciudadanos. ¿Quién os habéis creído que sois?
Cuando alguien, como vosotros, se
ha arrogado la posesión de la raya que delimita el centro, cuando la tiene en
exclusiva (o eso cree) es tremendamente fácil señalar al extremo. Basta con
traer la línea descaradamente hacia el terreno propio, para empujar a la cloaca
del radicalismo todo lo que quede fuera. El hecho de que haya algo alejado de
vosotros no lo hace lejano, repito, no sois el centro. El hecho de que la máxima
temperatura que se alcance en un sitio a lo largo del año sean 10 grados, no
significa que 10 grados sean calor.
A mí me da lo mismo, porque yo tengo
bien claro que si dos personas tienen opiniones completamente opuestas sobre un
tema determinado, es inaceptable que sólo se le llame extremista a una de
ellas. Por eso vuestra factoría de las ideas obligatorias me parece un
vertedero, vuestros redactores de opiniones forzosas me resultan unos
panfletarios y vuestra condición de Custodios de la Verdad Única, un motivo para
el cachondeo.
Yo también creo que la
Constitución ha de cumplirse, y no por nada, sino porque se trata de la Ley que
ha propiciado que por primera vez en nuestra historia podamos tener un largo periodo
de paz y cierta prosperidad.
No es la que yo hubiera
redactado, pero me vale, porque en ella cabemos todos. Por eso, cada desafío
que sufre por vuestra parte o la de vuestros compañeros de pizarra, me lo tomo
como una agresión. Una agresión a la convivencia que los españoles decidimos
darnos, un varapalo a la concordia, un intento violento de socavar la soberanía
nacional expresada mayoritariamente y un navajazo a la convivencia. Y no por
pensar eso soy un radical.
No me opongo a que se modifique
mediante el mismo proceso que la trajo, pero no tolero que se violente por
parte de quien está llamado a salvaguardarla; no quiero permitir que la desafíe
quien ostenta su cargo público en virtud de ella, y no acepto que vengan a pisotearla
individuos cuyos pensamientos más elaborados tienen que ver con la raza, el rh
negativo o la Historia manipulada. Y no soy franquista por ello. ¿Qué
constitución defendió, promulgó o facilitó Franco?
También defiendo que quien venga
a quebrarla sea castigado con todo el peso del ordenamiento jurídico, porque el
Imperio de la Ley es una de las pocas cosas que separan a la civilización de la
barbarie. No, no soy ultra por exigir que nuestra norma fundamental sea
aplicada, protegida y respetada. No digáis bobadas.
No me hace un fascista querer
defender a la familia. Por no saber, no sabéis ni de dónde venís. Ignoráis que en
todos los sitios y momentos en los que fue apareciendo una tribu, una
comunidad, una sociedad, una nación y finalmente un Estado, estaba presente una
familia. La familia estaba ahí antes que todo eso, y estaba ahí cuando todo eso
nació. La familia fue la primera razón por la cual decidimos dejar de arreglar
nuestros problemas a garrotazos e inventar la Ley. Si os parece de fachas
defender a la familia, ¿cómo no os va a parecer lo mismo defender la Ley?
No me trago vuestros salmos,
trazadores de la raya, no acepto que hacerse fotos con Otegi sea guay; no me vengáis con el cuento de que hay que desenterrar cadáveres de hace 70 años, contado
por vosotros, que no guardáis el mínimo respeto por los muertos de los útlimos 40. Por tantas personas
que mataron los amigos de ése del "selfie"; asesinados, secuestrados, coaccionados y extorsionados mientras ya existía esta democracia, la misma que os ha puesto la tiza en la
mano.
No me pliego a vuestra dialéctica de muertos buenos y malos, de matadores
buenos y malos, y no por ello soy de extrema derecha.
Sois vosotros los que habéis
venido a abrir armarios que estaban cerrados, a prender llamas que estaban
apagadas, a cuestionar todo, a ponerlo patas arriba, a detener un camino
empezado por mayoría y a tratar de meter en la sangre de mucha gente un veneno
que estaba cerrado por 7 llaves, las de la paz, la convivencia, el respeto, la
concordia, el optimismo, la solidaridad y el diálogo. Vosotros sois los fachas,
trazadores de la raya, no yo.
Yo también creo que la sanidad y
la educación deben ser un tema de Estado, porque no puedo admitir que lo que
aprendan los niños dependa del sitio donde vivan. Más aún cuando todos sabemos
que lo que se les enseña en muchos lugares es exclusión y odio. Y no ya porque
sea contra España, sino por que es eso: odio y exclusión. Porque creo que todos
los ciudadanos deberían tener los mismos derechos, servicios y oportunidades en
todo el territorio nacional. ¿Vosotros no estabais por la igualdad? No soy yo
el ultra, mirad a ver.
Por creer que la inmigración es
necesaria desde muchos puntos de vista, empezando por los humanitarios, pero que
ha estar regulada, no soy un extremista. No veo el extremismo en pedir que se
expulse de España a quien se encuentra ilegalmente en España. Pensar que la Ley
ha de cumplirse no es de fachas. De lo contrario tendré que deducir que lo
progresista es incumplirla.
Yo soy inmigrante, vivo en un país
donde lo es el 85% de la población, y a nadie se le ocurre pensar que se pueda
entrar aquí de una forma que no sea la que dicta la Ley. Como a nadie que esté
aquí, sin ser de aquí, se le pasa por la cabeza poner en cuestión los valores
que alimentan y forjan la sociedad a la que llegó por voluntad propia, o tratar
de imponer los suyos de manera excluyente. Inmigración es convivencia, enriquecimiento
mutuo y respeto. No es imposición, exigencia o coacción.
No me parece de fachas oponerse
al negocio de unas mafias que maltratan a las personas, las meten en pateras y
las desembarcan ilegalmente en nuestro país. Me parece bastante más facha alimentarlas
defendiendo lo que al final no deja de ser su producto.
No, no es facha defender la
unidad de España, ya va siendo hora de que aprendáis que en nuestro país la
izquierda sólo tuvo un apoyo cerrado y mayoritario cuando fue española,
ineptos.
No es extremista bajar los
impuestos, pretender que la gente pueda disfrutar de una parte mayor del fruto
de su trabajo, adelgazar una administración superpoblada de políticos que no
resuelven nuestros problemas y emplear el dinero en cosas que de verdad mejoren
nuestras vidas. Luego podremos discutir cuáles son esas cosas, y cómo hacerlo,
pero no mientras nos llaméis fachas a los que creemos que el dinero de la gente
debe estar mayormente en manos de la gente, no de los políticos.
Podéis seguir poniendo etiquetas
como trazadores de la raya, pero lo cierto es que todo esto de lo que os he
hablado no es fascismo, no es de ultras. La única forma de que quienes pensamos
esto seamos extremistas, es que vosotros también lo seáis, dado que decís estar
en la posición diametralmente opuesta.
Podéis colocarme donde os plazca,
trazadores de la raya, me importa exactamente lo mismo que un bledo. Pero no seáis
tan necios de creer que podéis anular, coaccionar, acongojar, excluir o
arrinconar a la gente. A la gente cada vez le preocupa menos vuestra raya. Ya lo
estáis viendo.
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