Hace unos días se cumplieron 5 años del caos aéreo del puente de Diciembre.
Un lustro de aquellas jornadas en las que nos dijeron que los controladores
aéreos, “un colectivo de trabajadores privilegiados” había sembrado el mayor
desbarajuste de la historia de la aviación moderna “para defender sus prebendas
trasnochadas”.
Hoy,
5 años después, repito, 20 de las 22 causas abiertas a raíz de aquello han sido
sobreseídas, los controladores absueltos, y el gobierno de Rodríguez Zapatero
declarado responsable del cierre del espacio aéreo. Se espera que las dos restantes sigan el mismo camino.
Pero
la ignominia no será reparada, nunca. Jamás, porque ya no verán titulares de
prensa tamaño jurásico para contar la verdad, la que 5 años después ha visto la
luz, como los hubo para el escarnio público. Porque los mediocres con micrófono
adosado, a tanto el desprestigio, ya no
tienen órdenes de sus amos de deshacer el entuerto, porque los columnistas a
letra vencida no han recibido encargos en ese sentido, y porque hace tiempo que
se decide por nosotros qué es verdad y qué no lo es.
Nunca,
porque el autor de semejante despropósito, José Blanco, goza de un retiro dorado
en el Parlamento Europeo a pesar de no ser capaz de hablar correctamente
ninguna de las lenguas que son oficiales en la Unión, incluido el español. Este
sujeto, que en 2011 recibió de Mariano Rajoy la Gran Cruz de la Orden de Carlos
III, fue quien dejó a los españoles “sin vacaciones”.
Nunca
se reparará el daño hecho con tanta mentira, ni tampoco el quebranto a nuestra
democracia con decisiones bolivarianas, la veda abierta para imponer por
decreto lo que en la constitución está recogido como un derecho: la negociación
laboral colectiva. Porque ni los que se quedaron sin vacaciones, ni los
abonados al Cofidís que aplaudían desde sus salones al grito de “a por los
ricos”, tienen hoy ya armas efectivas de presión laboral, ni pueden evitar que se
les impongan condiciones de trabajo.
Ni tampoco UGT y CCOO, babeantes
ante el linchamiento, pusieron más tarde objeción real a una reforma laboral que deja su
poder de negociación en algo escrito en el agua, y tuvo como cabeza de playa el
atar corto a los “privilegiados”. No es de extrañar, puesto que a los
dirigentes de esas organizaciones sólo les interesa seguir cobrando del Estado,
y temblaban aquellos días ante la perspectiva de que un sindicato financiado
exclusivamente por sus afiliados demostrara que se les podía proteger, poniendo
en entredicho su modo de vida, financiado con nuestros impuestos.
Hasta
aquí hemos llegado, pero porque vinimos por donde vinimos, y si bien muchos cambios
se nos imponen de manera suave, otros requieren de una escenificación
grandilocuente que no repare ni en gastos ni en chivos expiatorios. Porque el objetivo era y es llegar a donde se dispone por nosotros, dejarnos la única libertad de
elegir el rebaño al que queremos pertenecer.
Se
avivan bajos instintos, se veja a la gente por conseguir un puesto de trabajo (cuando
se le da) se echa una meada en sus condiciones laborales, se la fríe a multas,
impuestos de nuevo cuño y tasas por cantar en bodas, y se le da como caramelo
una paliza pública que deje claro que los ricos también lloran. A fin de
cuentas, siempre fue consuelo de los mediocres el ver como los que están mejor
las pasan moradas. Y de eso en España andamos sobrados, de mediocridad, de
apología de lo cutre y cadenas de montaje de vulgarización en serie.
Se
nos dijo, recuerdo, que se traerían controladores “más baratos” y ello
repercutiría a la baja en lo que pagaríamos por volar en avión. 5 años después…mentira.
Lo único que ha bajado es lo que recibimos a cambio del mismo precio, ya sea
bajo la égida de un irlandés que se cree muy gracioso, o a bordo de aeronaves
pilotadas por las ratas que han podido pescar en el río que bajaba; la corriente artificialmente
revuelta por el “holding de la creación del cartón piedra todo a un euro”. Sí…en
toda situación hay quien gana momentáneamente, pero no debería olvidar que los
dueños de la guillotina son inexorables, y se llaman Paco de nombre y Rebaja de
apellido. Los traidores nunca fueron asiento contable para Roma.
Y
quizá lo peor: el clavo enorme en un ataúd que nos encierra y está hecho de
miedo. Del miedo que se nos inocula a perder lo que tenemos, a no poder seguir
pagando tanta mierda que presuntamente nos va a hacer felices. Apalear a quien
puede pedir un crédito más alto sirve también de ejemplo para que los que
habitan en el sótano se caguen por la pata abajo, y ni se les ocurra enfrentarse a
los de la funeraria de la libertad por terror a que les dejen sin poder liquidar
la penúltima letra. Arrastrar en la plaza pública el cadáver de quien sí tuvo
agallas tiene un tono muy medieval de aviso para toda la servidumbre, un mensaje
claro de que el señor feudal es magnánimo por no ampliar el derecho de pernada
a las menores, de momento…
Lo
curioso es que los castellanos de hoy viven de unas tierras que no son suyas,
nuestros impuestos, y van siempre de la mano de quien sí maneja el dinero en empresas
de la señorita Pepis (que acabamos de saber que mienten en las cuentas)
gestionadas como lo haría mi abuela: recortando. Por cierto, dónde están
aquellos millonarios inversores de la privatización de AENA, verdadero meollo
de todo este asunto de hace 5 años? Yo se lo digo, disfrutando de un pastizal
cobrado en primas por reducir el salario de sus trabajadores, echar a muchos a
la calle y apretar la tuerca de la dignidad valiéndose de la reforma laboral de
los Juanes sin Tierra.
Aprenderemos?
Entiendo lo que vd quiere exponer, pero si por sindicatos de clase se refiere a ccoo y ugt, existe un doble error, ya que ni lo son, ni siquiera ellos mismos se hacen llamar así hoy en día. Sin embargo sí que existieron sindicatos de clase que apoyaron mediante comunicados públicos todavía hoy existentes cualquier medida que tomaran los controladores para defender su derecho a la negociación colectiva. Ya que los sindicatos de clase consideramos a los controladores aliados del resto de trabajadores, al suponer que forman parte de la clase trabajadora. Sin embargo 5 años después no sabemos nada de ellos, a decir verdad antes de estos 5 años tampoco nunca tuvimos constancia... es su sindicato solidario con las causas ajenas igual que lo hemos sido otros, o sigue la misma senda que esos a los que tanto se critica, ccoo y ugt?
ResponderEliminarSr. Anónimo, quiero aclararle que ese sindicato no es mi sindicato, porque yo no soy controlador, sino piloto, otro "trabajador privilegiado".
ResponderEliminarMe va a perdonar Vd. que a lo mejor yo haya usado la denominación "de clase" de manera erronea, pues ignoraba que a UGT y CCOO no se les considerara así.
Un saludo.
Muy buen articulo y lamentablemente veraz, cruda realidad. Gracias por describirla sin tapujos ni adornos. Ojala aprendamos, más nos vale. Salud y suerte Oscar.
EliminarTe felicito por el post.....una entrada que debería ser artículo de prensa.....
ResponderEliminarUn saludo.