En
la industria aeronáutica española se observa una extraña convivencia de raseros
en la que algunas empresas han sido capaces de sustraerse a la legalidad más
elemental mientras otras se sujetan al marco de una manera aceptable. Las
primeras juegan con ventaja, porque la tolerancia con sus cutres triquiñuelas
las favorece desde la óptica de un impacto mínimo en sus costes. Son jugadores
de ventaja, tramposos, que además han venido contando con la mirada hacia otro
sitio por parte del gerente del casino.
Ryanair,
la estrella de las compañías de Bajo Coste, ha sido expulsada del aeropuerto
francés de Marsella tras ser denunciada por incumplimiento de la legislación
laboral, asunto sobre el cual parece que va a tener que responder en un juicio
penal. Los empleados de la aerolínea están realmente contratados en Irlanda, contraviniendo la legislación del
país galo. La compañía declaró en su día que trasladaría los aviones de
Marsella a algún aeropuerto español.
Lo
curioso es que el esquema seguido en España es exactamente el mismo. Sus
empleados en nuestro país están igualmente contratados a través de instrumentos
jurídicos de legalidad aún no probada, y ni pagan su IRPF ni contribuyen a
nuestra Seguridad Social. Ryanair saca tajada de esta situación aminorando
notablemente sus costes.
Seguramente
Vd. pensará que el futuro que le espera a la compañía en España es similar a lo
que le ha sucedido en Francia. Ojalá, Ryanair no sólo no ha sufrido, hasta la fecha,
menoscabo alguno para operar aquí, sino que además recibe jugosas subvenciones
por parte de los poderes públicos. Es surrealista, una empresa extranjera que realiza
sus operaciones en España pudiese estar contraviniendo nuestra legislación, y
reciba subvenciones del bolsillo del contribuyente.
En
Agosto de 2009 el Colegio de Pilotos Español denunció la situación ante el
Ministerio de Trabajo. La respuesta de los organismos públicos vino a ser, más
o menos, un requerimiento de pruebas al órgano colegial. Más surrealismo, se
denuncia una situación que pudiera constituir un fraude y menoscabar el
patrimonio del Estado y los españoles, y quien tiene los datos, quien los
maneja, es el que pide evidencias al
denunciante. Todo esto da que pensar, y sospecho que hay quien desde nuestras
instituciones públicas locales ha tenido algún interés en que Ryanair vuele en
España, al precio que sea.
Lo
cierto es que este es un negocio muy sensible, y a pesar de que la rebaja en
forma de catástrofe es afortunadamente infrecuente, y no siempre alcanzan a
quien se compra casi todos los números de la rifa, existen facturas cuya única
incógnita reside en la fecha de cobro.
Ryanair
ha tenido, entre 2010 y 2011, 11
incidentes de seguridad serios. Hechos ocurridos en Santander, Valencia, Belfast,
Madrid, Gerona, Agadir, y Liverpool por citar algunos. 11 situaciones cercanas
al accidente que, afortunadamente, no acabaron en desastre. En 2009 la cifra
fue de 10 sucesos, que tuvieron lugar en Prestwick, Beauvais, Londres (en tres
ocasiones), Dublín, Dusseldorf, Bruselas, Shannon y Riga.
En
este 2012, la compañía irlandesa viene protagonizando un auténtico rosario de
noticias que demuestran que su apego a la seguridad operativa depende de la
recurrencia con la que el croupier llamado suerte tenga piedad de ella y sus
pasajeros. En los ambientes profesionales, lo único que de verdad sorprende de
todo esto es el hecho de que, de repente, todo lo que se venía denunciando sin
fruto haya por fin salido a la luz.
Sigue,
no obstante, flotando una pregunta en el aire, que señala a otros jugadores de
este casino presurizado cuyas prácticas son parecidas a las del tahúr por
excelencia y se concreta en adivinar en qué punto se encuentra la cuenta atrás
para la desgracia.
La
autoridad española conoce estos sucesos, muchos de los cuales han tenido lugar
en territorio español, y no sólo sigue permitiendo a Ryanair volar aquí, sino
que además se continúa tolerando que se beneficie de subvenciones públicas y aún
no se ha actuado ante las sospechas de que esta aerolínea esté incumpliendo
nuestra legislación laboral y fiscal.
Si
llega el día en que un siniestro frac nos pone sobre la mesa un pagaré en forma
de vidas humanas, algunos no podrán alegar ignorancia, ni decir que nadie les
advirtió que ese talón estaba en el cajón del destino. Las autoridades aeronáuticas
españolas saben que hay balas en el tambor, que hay quienes se están enriqueciendo con
negocios consistentes en continuados envites con el resto y que lo que va en la
timba no son mejillones.
El
gerente del casino está al corriente, lo sabe, y si eventualmente la bolita cae
en el negro, más le vale tener un caudal de credibilidad para poder hacer
frente al pago, que va a ser oneroso.
A
tiempo está de tomar las medidas que obliguen al ludópata a atenerse a las
reglas del juego…o a ponerle en la calle.
Invito al lector interesado en conocer los incidentes de la compañía Ryanair a informarse en este blog:
http://laverdadderyanair.blogspot.com.es/
Invito al lector interesado en conocer los incidentes de la compañía Ryanair a informarse en este blog:
http://laverdadderyanair.blogspot.com.es/
COMENTARIO DE CARLOS G NEYRA, PUBLICADO A PETICIÓN SUYA:
ResponderEliminarHola Óscar:
Recuerdo perfectamente la denuncia a la que haces referencia, pues yo mismo se la entregué "en mano" al Diputado por el PP en la Comisión de Fomento, D. Andrés Ayala, el cual también me pidió que se la remitiese por email a su dirección del Congreso de los Diputados. Se quedó bastante sorprendido e incluso me dijo que, aparte de formular la correspondiente pregunta en la Comisión, se lo había comentado al entonces ministro de Fomento José Blanco (alias El Campeón).
El 3 de Marzo de 2010, me llega un email de unos controladores (no voy a decir de qué ACC), en el cual comentan que la deuda de AENA sobrepasa los 13.000 millones de €, pagando diariamente unos 800.000€ de intereses .
Y ahora copio literalmente parte de ese email:
"Que -del montante de la deuda- 9.000 millones fueron financiados por bancos españoles y 3.000 millones directamente por bancos extranjeros; pero que los bancos españoles -para mantener su liquidez- al ver que el montante aumentaba, fueron emitiendo deuda y obligaciones que vendieron en el mercado internacional (lo cual es una práctica habitual en banca)".
Bien, esos bancos extranjeros, parece ser eran entidades Irlandesas, pues había una exención fiscal en ese país.
Y aquí es donde viene lo que muchos conocen pero no dicen...
Parece ser que el Sr. O'Leary tenía o tiene algunos "intereses" en esos bancos donde Aena pidió financiación para construir Megaterminales que a día de hoy están más que infrautilizadas (León, Zaragoza, Pamplona, Santiago, Alicante, Málaga...) y, como no, le interesaba a este ¿señor? tener un buen nicho de negocio en nuestro país, pues del resto de Europa lo estaban echando a patadas por sus prácticas más que fraudulentas.
Las malas lenguas (que luego resultan ser las que dicen la verdad) comentan que el Sr. O'Leary, le propuso a Aena no subirles el tipo de interés de los créditos concedidos, a cambio de poder campar a sus anchas impunemente por nuestra piel de toro...
Recuerdo un día, hace unos tres años, al llegar a Madrid, se nos subió un grupo de inspectores de AESA para llevar a cabo una inspección.
Casualmente, el inspector que la realizaba, me había hecho TRES INSPECCIONES en el último mes, con lo que ya lo conocía y había cierta "confianza"; así que le pregunté si a los aviones de Ryanair también los "cosían" con tantas inspecciones como a nosotros. El inspector, tras poner cara de resignación, me contestó que no, que eran otro tipo de inspecciones.... No le pregunté nada más, pues era obvio la dispensa que tenían por parte de las autoridades.
Así que de aquellos polvos, nos vienen estos lodos que esperamos sean barridos por una ola de agua limpia antes que tengamos que lamentar alguna tragedia.