jueves, 23 de septiembre de 2010

SINDICATOS Y BANCOS PINTADOS

SINDICATOS Y BANCOS PINTADOS

El acomodo general de la opinión sobre muchas cosas es el tópico. Los juicios se aposentan en verdades oficiales que no suelen tener el mínimo respaldo de realidad.

Da lo mismo, a fin de cuentas importa poco la relación entre verdad y opinión, e importa aún menos que ésta última se siente sobre bancos pintados que pringan de falsedades a quien se acomoda en ellos. Cuando alguien se sienta en el banco pintado del lugar común lo que se mancha queda detrás, se ignora, y si nadie viene a advertirle de cómo se ha puesto de mentira, no se da cuenta. Algunos viven en estado de perenne guarreo farsante en lo referente a su juicio sobre gran cantidad de asuntos.

Es tópico admitido que cada vez que un sindicato independiente del sector de transportes convoca una huelga, se produce el caos. Si pilotos, controladores, conductores de trenes o auxiliares de vuelo realizan paros, en la plaza de la opinión aparece el banco pintado de la paralización del país. Un banco pringoso que no llega a ser lo suficientemente grande para alojar a todo el que se sienta en él.

Lo cierto es que el desbarajuste anunciado nunca llega a producirse. Por poner un ejemplo, a las huelgas de los pilotos se les asignan unos servicios mínimos cercanos al 90%. Decir que la supresión del 10% de los vuelos de una determinada compañía aérea detiene el curso normal de una nación carece de toda lógica. Si además tenemos en cuenta que el pasaje de ese 10% se recoloca siempre en otros vuelos, la farsa es mayor.

Sin embargo, aquí tenemos a los sindicatos “de clase”, esos que nos cuestan un riñón, convocando una huelga general, negociando servicios no mínimos, sino minimalistas, y nadie habla del estropicio que vamos a ver. Pueden Vds. leer críticas y opiniones de rechazo, pero les garantizo que no verán columnistas y tertulianos echando espuma por la boca como cuando son otros los que ejercen su derecho constitucional a la huelga.

Por poner otro ejemplo, en el año 2006 el SEPLA convocó una huelga en Iberia con un 90% de servicios mínimos. La "tormenta opinatoria” dio para varios bancos pintados de opinión redundante. Por abundar en el tema, en aquellos días los representantes sindicales de los pilotos fueron insultados, amenazados y zarandeados por una jauría de liberados sindicales de UGT y CCOO. No había pasado un mes cuando esa manada, corregida y aumentada, tomaba pistas y plataforma de aparcamiento en el aeropuerto de El Prat y montaba el mayor caos aéreo conocido en nuestra historia reciente. Las críticas a esta auténtica huelga salvaje de las centrales de clase fueron muchas, pero nunca llegaron al pringue de los bancos pintados que habíamos visto veinte días antes con la huelga de los pilotos.

Por alguna extraña razón, se les presume a las centrales sindicales una legitimidad de la que carecen. Los sindicatos profesionales agrupan a casi la totalidad de los trabajadores de su sector, UGT y CCOO no llegan a aglutinar al 18% de los trabajadores en activo. Y no sólo eso, sino que el déficit representativo de estos listos (que sí harán todo lo posible por paralizar España el 29) se convierte en jugoso superávit en sus cuentas, pues la financiación de sus liberados, cursos, congresos, pegatinas, altavoces y piquetes violentos…corre a cargo de sus impuestos.

Un delegado sindical de SEPLA, USCA, SEMAF o STAVLA le cuesta a Vd. cero euros, porque estos sindicatos se nutren únicamente de las cuotas que pagan sus afiliados. Un macarra piquetero y vociferante de UGT, que no trabaja ni un día del año, que tiene en el sindicato su modo de vida, que según el banco pintado de su legitimidad representa a los trabajadores, que se embolsa su diezmo cada vez que un currito se va a la calle en concepto de “asesoramiento” por los ERE´s, que amenaza con paralizar el Metro de Madrid, que no reparará en repartir galletas para gripar España el miércoles…le sale a Vd. por una pasta. ¿Porqué? No lo sé, los designios del pintador de bancos son inescrutables y tienen estas cosas.

Sin embargo, a pesar de todo, si los conductores de la RENFE o los pilotos de SEPLA hacen huelga y se les colocan servicios mínimos que son máximos, lo que se pinta en los bancos es que Vd. lo lleva claro para viajar o ir al trabajo. Al final, Vd. viaja o puede ir al curro, porque resulta que su vuelo o tren estaba en los servicios máximos, o le recolocan en otro.

Pruebe a hacer lo mismo el día 29 y me lo cuenta. Y no sólo eso, plantee el tema en una reunión de amigos en torno a una cervecita, y verá como (casi sin querer) la discusión no entra en el tema de fondo, que no es otro que la absoluta carencia de justificación representativa que estos jetas tienen para poner un país patas arriba. No se le ocurra intentar hablar con argumentos reales, o muy posiblemente un montón de gente se levantará de su banco, con la espalda pegajosa de opinión oficial, a hablarle de los derechos de los trabajadores. Por cierto, unos derechos reales como la vida misma, y dignos de ser defendidos desde otro sitio, no desde el chollo del muy individual morro interesado del que hace 20 años que no ficha a las 7 de la mañana.

Y puestos a indagar, acérquese al organigrama de las empresas antaño públicas y mire a ver cuántos cargos directivos de las mismas empezaron su fulgurante carrera como liberados sindicales que ejercían una altruista labor de representación de los parias de la Tierra para preservarlos del oneroso yugo insaciable del capitalismo. ¿Quiere Vd. ejemplos, nombres y apellidos?

Antes de sentarse, mire a ver…algunos bancos tienen más mierda que la bombilla de una cuadra.

NOTA. Sé que secar la pintura de algunos bancos es ciertamente difícil, pero déjeme que lo intente con esto que escribí hace tiempo y se refiere a SEPLA y los pilotos. Léalo, y por favor trate de hacerlo sin ideas preconcebidas ni asumiendo como cierto todo lo que Vd. lleva tanto tiempo oyendo. Pinche aquí.

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